domingo, 27 de octubre de 2024

José Martí


 

(José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernismo literario hispanoamericano y uno de los principales líderes de la independencia de su país.


Nacido en el seno de una familia española con pocos recursos económicos, a la edad de doce años José Martí empezó a estudiar en el colegio municipal que dirigía el poeta Rafael María de Mendive, quien se fijó en las cualidades intelectuales del muchacho y decidió dedicarse personalmente a su educación.

El joven Martí pronto se sintió atraído por las ideas revolucionarias de muchos cubanos, y tras el inicio de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y el encarcelamiento de su mentor, inició su actividad revolucionaria: publicó la gacetilla El Diablo Cojuelo, y poco después una revista, La Patria Libre, que contenía su poema dramático Abdala. A los diecisiete años José Martí fue condenado a seis años de cárcel por su pertenencia a grupos independentistas; realizó trabajos forzados en el penal hasta que su mal estado de salud le valió el indulto.

Deportado a España, en este país publicó su primera obra de importancia, el drama La adúltera. Inició en Madrid estudios de derecho y se licenció en derecho y filosofía y letras por la Universidad de Zaragoza. Durante sus años en España surgió en él un profundo afecto por el país, aunque nunca perdonó su política colonial. En su obra La República Española ante la Revolución Cubana reclamaba a la metrópoli que hiciera un acto de contrición y reconociese los errores cometidos en Cuba.

Tras viajar durante tres años por Europa y América, José Martí acabó por instalarse en México. Allí se casó con la cubana Carmen Zayas-Bazán y, poco después, gracias a la paz de Zanjón, que daba por concluida la Guerra de los Diez Años, se trasladó a Cuba. Deportado de nuevo por las autoridades cubanas, temerosas ante su pasado revolucionario, se afincó en Nueva York y se dedicó por completo a la actividad política y literaria.

Desde su residencia en el exilio, José Martí se afanó en la organización de un nuevo proceso revolucionario en Cuba, y en 1892 fundó el Partido Revolucionario Cubano y la revista Patria. Se convirtió entonces en el máximo adalid de la lucha por la independencia de su país.

Dos años más tarde, tras entrevistarse con el generalísimo Máximo Gómez, se incorporó a una nueva intentona que daría lugar a la definitiva Guerra de la Independencia (1895-1898). Pese al embargo de sus barcos por parte de las autoridades estadounidenses, pudo partir al frente de un pequeño contingente hacia Cuba, pero fue abatido por las tropas realistas en 1895; contaba cuarenta y dos años. Junto a Simón Bolívar y José de San Martín, José Martí es considerado uno de los principales protagonistas del proceso de emancipación de Hispanoamérica.

La poesía de José Martí

Además de destacado ideólogo y político, José Martí fue uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y la figura más destacada de la etapa de transición al Modernismo, que en América supuso la llegada de nuevos ideales artísticos. Como poeta se le conoce por Versos libres (1878-1882, publicados póstumamente); Ismaelillo (1882), obra que puede considerarse un adelanto de los presupuestos modernistas por el dominio de la forma sobre el contenido; y Versos sencillos (1891), un poemario decididamente modernista en el que predominan los apuntes autobiográficos y el carácter popular.


José Martí

Escritos en su mayor parte en 1882, los poemas de Versos libres no vieron la luz hasta su publicación póstuma en 1913, muchos años después de su muerte. El propio Martí calificó esos versos de "endecasílabos hirsutos, nacidos de grandes miedos, o de grandes esperanzas, o de indómito amor de libertad, o de amor doloroso a la hermosura".

El tono fuerte y áspero de este volumen, por el que Martí proclamaba su propia preferencia, impresionó vivamente a Miguel de Unamuno, cuyos juicios serían el punto de partida de la valoración de la obra. Su fuerza vibratoria, tanto formal como en los contenidos, se hace evidente en composiciones como "Poética", "Mi poesía" o "Cuentan que antaño", en las que se sirvió de un lenguaje vigoroso y oscuro, por momentos incluso pasional.

La poesía de José Martí se funda en una visión dualista de la humanidad: realidad e idealismo, espíritu y materia, verdad y falsedad, conciencia e inconsciencia, luz y oscuridad. Los poemas de Ismaelillo (1882), libro dedicado a su hijo, son un ejemplo de ello: la debilidad y la inocencia del niño son su fuerza.

En Versos sencillos (1891), José Martí expresa el sentimiento que le despierta la alegría de la naturaleza y el mal de la civilización. El sufrimiento y el temor al paso del tiempo también fueron elementos frecuentes en su lírica, donde se advierte un acercamiento al romanticismo que muchos críticos han considerado superior al de otros de sus contemporáneos. En A mis hermanos muertos el 27 de noviembre (1872), publicado durante su destierro en España, Martí dedica sus versos a los estudiantes muertos en una masacre acaecida en aquella fecha.

Obra en prosa

Su única novela, Amistad funesta, también llamada Lucía Jérez y firmada con el pseudónimo de Adelaida Ral, fue publicada por entregas en el diario El Latino-Americano entre mayo y septiembre de 1885; aunque en su argumento predomina el tema amoroso, en esta obra de final trágico también aparecen elementos sociales. Entre sus obras dramáticas destacan Abdala (1869), drama simbólico en un acto y en octosílabos, La Adúltera (1873) y Amor con amor se paga (1875), también en verso y estrenado en México.


José Martí

La prosa de Martí se vio influida por la obra del norteamericano Ralph Waldo Emerson, para quien la palabra debía ser tan elocuente como poética e intensa dentro de un discurso sencillo y conciso. Era consciente, como acaso sólo lo fueron los modernistas inmediatamente posteriores a él, de todas las posibilidades del lenguaje, y consideraba que sus recursos estaban íntimamente ligados a las cualidades humanas del pueblo, que en última instancia era quien los inventaba.

Tanto la prosa como la poesía de Martí resultan inseparables de su biografía; él mismo declaró que eran parte indiscutible de su máxima preocupación, que no era otra que la política. Personalidad optimista, sus opiniones sobre el hombre, la poesía o la sociedad son aspectos que aparecen en sus obras al servicio de unas concepciones que tenían siempre al ser humano como centro. A largo plazo su objetivo era la mejora de la humanidad, pero a corto plazo lo era la liberación de Cuba, a la que dedicó todos sus esfuerzos.

Por ello, su producción en prosa fue en su mayor parte funcional, como sus ensayos sobre Simón Bolívar, José de San Martín o el general José Antonio Páez, en relación a los héroes del pasado, y sobre el general Máximo Gómez, Walt Whitman o Ralph Waldo Emerson entre los contemporáneos; en tales textos, que constituyeron lo mejor de su prosa, exaltó las cualidades de personajes que admiraba. Dentro de la primera edición de sus obras completas, el volumen titulado Norteamericanos reunió póstumamente sus estudios sobre figuras del norte; otros dos volúmenes, bajo el título Nuestra América, contienen los trabajos de Martí consagrados a estudiar aspectos de la vida, la cultura y la historia de la América hispana. En ellos expresó su mensaje americanista y resumió su precursora teoría de la debilidad de las naciones hispánicas, en las que existía un enorme abismo entre las clases dirigentes e intelectuales y el pueblo.

Cronista y crítico excepcional, hizo de muchos de sus textos auténticos ensayos, algunos de carácter revolucionario como El presidio político en Cuba (1871), reflejo de gran fuerza lírica de su condena a trabajos forzados en el que denuncia las penurias que sufrían los independentistas. Cabe destacar también La República Española ante la Revolución Cubana (1873) y Cuba y los Estados Unidos (1889), refutación de los ataques de la prensa norteamericana a los patriotas cubanos, así como El Manifiesto de Montecristi o su Diario de campaña.

También fundó una revista para niños, La Edad de Oro (1889), publicada en Nueva York y en la que aparecieron los cuentos Bebé y el señor Don Pomposo, Nené traviesa y La muñeca negra. Íntegramente redactada por Martí, esta publicación muestra una serie de aspectos de su personalidad y constituye también una demostración de cómo supo anticiparse a muchas conquistas de la pedagogía moderna: una vez más, puso de relieve en esos escritos su preocupación por las normas de justicia y dignidad humanas, que debían cultivarse en el niño desde su más tierna edad.

José Martí colaboró a lo largo de su vida en innumerables publicaciones de distintos países, como La Revista Venezolana, La Opinión Nacional de Caracas, La Nación de Buenos Aires o la Revista Universal de México. Sus Obras completas (que en la edición de 1963-1965 constan de veinticinco volúmenes) incluyen asimismo un nutrido epistolario (sus cartas, también reveladoras de su singular personalidad, han merecido excepcionales comentarios) y numerosos discursos, muchos de ellos dedicados a enardecer el sentimiento patriótico de los cubanos que radicaban como él en la emigración, llamándolos al esfuerzo común gracias al cual se lograría la independencia de la patria.

RUBÉN DARÍO

 

 
 

Rubén Darío, cuyo verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento, nació el 18 de Enero de 1867 en Metapa, Nicaragua. Hijo de Manuel García Darío y Rosa Sarmiento Darío.

Fue periodista y diplomático.

Estudió con los Jesuitas en 1878 y escribió en 1879 sus primeros poemas. Poesías y artículos en prosa fue un trabajo que realizó en 1881 y nunca llegó a publicar. Suspende sus estudios y luego se emplea en la Biblioteca Nacional de Managua en 1885.

En 1886 llegó a Valparaíso, tenía diecinueve años, allí realizó colaboraciones periodísticas en diarios de Valparaíso y Santiago. En 1888 aparecen sus Rimas y Azul. En Febrero del año siguiente parte a centroamérica pocos días después de haber enviado su primera colaboración al diario La Nación de Buenos Aires.

En los años siguientes desempeña diversos cargos diplomáticos y publica en Madrid Cantos de vida y esperanza (1905) y El canto errante (1907). México, La Habana, París, Barcelona, son las escalas del viaje final de Darío. En Nueva York cae enfermo y se retira a una hacienda de Nicaragua.

A las 10 de la noche del 6 de febrero de 1916 murió Darío a los 49 años de edad en León, la ciudad de su infancia. Frente a su distinguido cadáver de poeta desfilaron durante cinco días miles de personas.

SUS OBRAS:

Escribió prosa y poesía. Entre toda su producción se destacan tres obras que ayudan a comprender la evolución del Modernismo: Azul, Prosas profanas y Cantos de vida y esperanza. Los raros, en prosa, y El Canto Errante son otras de sus obras.

Azul (1888): fue su primera obra importante. Publicada en Valparaíso, está constituida por relatos breves y algunos poemas. Significó para su autor el reconocimiento en América y en España. Sus rasgos son: sensualidad, erotismo y musicalidad. En los sonetos que cierran la obra, Darío revela sus preferencias y su cosmopolitismo.

Prosas profanas: fue publicado en Buenos Aires, en 1896. Las variaciones temáticas y las audacias métricas, son tantas que provocaron en América y en España grandes polémicas. Predomina el tema erótico, envuelto en un arte cromático y perfecto.

Cantos de vida y esperanza (1903): Los temas del libro son, entre otros: el paso del tiempo, la misión del poeta, la búsqueda de la fe, la preocupación por el futuro de América, etc. El libro termina con una expresión de temor y duda sobre el misterio de la vida. De contenido diferente, este volumen presenta el mismo cuidado formal y la notable variedad de metros y riqueza de lenguaje que caracterizan al gran poeta.


CARACTERÍSTICAS DEL MODERNISMO:

 

Esta corriente literaria se caracterizó por:

  • El rompimiento con lo considerado tradicional, con las reglas establecidas tanto en cuestiones sociales políticas y religiosas.
  • Una nueva ideología y estilo, que rompe con el realismo.
  • Para los modernistas la verdad es relativa y no existe una verdad absoluta. La valorización del individuo y su fuerza interior que influenció al movimiento subjetivista, impresionista, expresionista y surrealista.
  • La importancia de la estética. Para los modernistas es muy importante el gusto por la estética por el mero placer de disfrutar del arte y del lenguaje cuidado y más pulcro. Por eso su lema era: “el arte por el arte”, en otras palabras, no se necesita un motivo racional ni ideológico para crear una obra artística sino, simplemente el placer y deleite del arte.
  • Poemas muy musicales, los poetas modernistas solían crear piezas poéticas muy bellas estéticamente y sonoramente. Esto lo lograron utilizando los recursos de la aliteración o la sinestesia. En sus poemas utilizaban las estrofas clásicas porque éstas también contaban con una gran sonoridad: el soneto o el verso alejandrino fueron muy usados.
  • Influencia de la mitología grecolatina. Los poetas modernistas estuvieron muy influenciados por las creencias clásicas, por lo que es común encontrar referencias a los dioses o mitos propios de la cultura de la Antigua Grecia que le daban un aire más intelectual y culto al poema.
  • El modernismo pretendía romper con el orden establecido y las reglas de la burguesía, así como crear un arte que pudiera ser accesible para cualquier clase social (sin perseguir la masificación de la sociedad industrializada).
  • Esta corriente se destacó por sus temas como el amor con un tono erótico y sensual (a diferencia del tradicional romanticismo), por el uso de un lenguaje considerado no correcto o prohibido en esa época, así como evocar lugares lejanos de tiempos pasados.

CONTEXTO HISTÓRICO DEL MODERNISMO

 


El modernismo surge a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, en un periodo marcado por grandes transformaciones sociales, políticas y culturales. Se considera una reacción frente al realismo y al naturalismo, y sus influencias incluyen movimientos artísticos europeos como el simbolismo y el parnasianismo.

 

    Transformaciones sociales y políticas:

 

        Industrialización y materialismo: Durante este tiempo, la industrialización y el crecimiento de las ciudades trajeron cambios económicos y sociales importantes. Los modernistas, sensibles a los excesos del materialismo y la vida urbana, buscaron una vuelta a lo espiritual y lo estético.

        Crisis de los valores tradicionales: El fin del siglo XIX vio una crisis de los valores morales y espirituales tradicionales. Los modernistas sentían que la sociedad necesitaba redescubrir la belleza y la poesía como medios de escape ante esta crisis.

 

    Influencias internacionales:

 

        Europa y América Latina: Mientras los poetas modernistas se inspiraban en movimientos europeos como el simbolismo francés (Charles Baudelaire, Paul Verlaine) y el parnasianismo (Théophile Gautier), lograron crear una voz distintivamente latinoamericana, conectando con los ideales de emancipación cultural y política de la región.

 

    Rechazo a los estilos anteriores:

 

        Los modernistas reaccionaron contra el realismo y el naturalismo, que se centraban en la descripción precisa y objetiva de la vida cotidiana. En lugar de enfocarse en lo material, los modernistas se volcaron hacia lo simbólico, lo ideal y lo estético.

EL MODERNISMO

 

 ¿Qué es modernismo?

El modernismo es una corriente literaria que surge como una evolución y renovación de la literatura hispana, buscando aportar cambios formales, técnicos y léxicos que reflejen una sensibilidad más profunda y moderna. En lugar de limitarse a cambios retóricos superficiales, los escritores modernistas se enfocan en crear obras que reflejen una nueva manera de contemplar el mundo y la vida.

En su afán de renovación estética, los escritores hispanos modernistas se alejaron del estilo y la tradición literaria hispánica y se inspiraron en la literatura francesa para crear una nueva estética. Aunque algunos críticos han criticado el afán afrancesado de los modernistas, es indudable que su trabajo ha tenido un impacto duradero en la literatura hispana y en la cultura en general.

Fue Rubén Darío quien acuñó el término “modernismo” a la corriente durante su formación. Cuando el poeta se refería a esta tendencia decía que era “el espíritu nuevo de las letras”.

Es considerado la primera corriente literaria internacional originaria de América Latina, habiendo sido incluso denominado “el Movimiento [sic] de mayor significación y trascendencia cultural de la segunda mitad del Siglo XIX” (Buitrago 2005: 37)

Se alude al término “modernismo” para resaltar que lo que se escribe bajo este estilo literario está acorde con lo que se vive en el momento histórico. Para fortalecer las raíces del modernismo literario era necesario algo tangible, ir más allá de las palabras al aire.

Este aparece como reacción al movimiento romántico al que consideraban agotado y excesivo. Por otro lado, el
modernismo acoge trazos de:

[…] todas las tendencias literarias que predominaron en Francia a lo largo del siglo XIX: el parnasianismo, el simbolismo, el realismo, el naturalismo, el impresionismo y, para completar el cuadro, también el romanticismo cuyos excesos combatía, pues los modernistas no repudiaron el influjo de los
grandes románticos, en cuanto tenían de honda emoción lírica y de sonoridad verbal. (Henríquez Ureña 1978: 13)

Por ellos se establece el modernismo, como  un movimiento de renovación estética en el que van a influir  corrientes poéticas francesas del siglo XIX:
  1. Romanticismo: Se desprende un espíritu libertador que cree como principio en las leyes de la naturaleza, prevalece el gusto por lo grotesco que ofrece la posibilidad de lo imprevisto, crea lo deforme y lo horrible, pero también lo cómico que enriquece la imaginación y la fantasía; otras características que lo definen es la noche por ser el momento más propicio para la reflexión en soledad y los sueños como una forma de alcanzar esa armonía a través del subconsciente individual. El escritor romántico no se atiene a ninguna regla, trata los asuntos según cada uno los requiera
  2. 2 El Parnasianismo:  Los parnasianos, por su parte, luchan en pro de un arte puro, arduamente trabajado en busca de la forma perfecta donde la emoción y el sentimiento desaparecen ante el horror de mostrarse naturalmente desnudos, como  sucede en la poesía romántica. El artificio y las múltiples envolturas producen un arte bello pero frío
  3. El Simbolismo:  Es la utilización de las palabras con un sentido que va más allá de su significado y que tienen que ver con las emociones que producen determinados juegos armónicos; se centran en que la naturaleza es un caudal de símbolos y el poeta es el que tienen el don de descifrarlos. Así mismo, plantean que las sensaciones y emociones deben ser el eje central del arte. La sensibilidad se convierte en facultad indispensable del ejercicio artístico tanto para el creador como para el receptor

En el poeta modernista, romántico, parnasiano y simbolista, constituyen un todo auténtico y original. Es un producto nuevo, pero con raíces. El Modernismo es armonía, color, perfección de formas y también es fascinación de los sentidos, expresión de sentimientos y angustias existenciales.

 

Es por ellos que el Modernismo es, ante todo:
  • una actitud intelectual en el tratamiento de la lengua;
  • una tendencia, una corriente literaria basada en el gusto por la literatura
  • el placer estético y la diversidad

El Modernismo se tomó directamente de Francia; y de América pasó a España distinto a la escuela romántica que hubo la francesa y la española.

El modernismo pasó a ser no solo un movimiento literario, sino una actitud ante la vida, es en síntesis, la búsqueda de un nuevo orden estético basado en la correlación de elementos perceptibles por los sentidos, un nuevo orden en el que la fantasía juega un papel muy importante.

¿Cuál es el origen del modernismo?

El origen del modernismo es objeto de controversia entre los literatos, pero dos figuras sobresalen como sus representantes más destacados: el cubano José Martí y el nicaragüense Rubén Darío.

Martí, a pesar de no ser considerado por todos como el fundador del movimiento, dejó un legado literario importante con obras como Ismaelillo (1882) y Versos sencillos (1891), que reflejan una sensibilidad modernista en su musicalidad y sus imágenes plásticas. Además, su posición pro-independentista y antiamericanista lo hacen un precursor importante del modernismo.

Por su parte, Rubén Darío es ampliamente considerado como el líder y figura más representativa del modernismo. Su poesía, influenciada tanto por la tradición española como por la cultura francesa, se caracteriza por una gran plasticidad y sonoridad en su primer período, plasmado en su obra Azul (1888). Posteriormente, en Prosas Profanas (1896), Darío introduce temas españoles y culmina su etapa más exuberante. Finalmente, en Cantos de vida y esperanza (1905), el poeta se adentra en un modernismo más íntimo y meditativo.

En conclusión, aunque hay cierta discrepancia en cuanto al origen del modernismo, tanto José Martí como Rubén Darío son figuras fundamentales en la corriente literaria. Darío, en particular, representa la evolución del modernismo desde una etapa exuberante y refinada hasta una más introspectiva y meditativa.

¿Cuáles son las dos etapas en el movimiento?

El modernismo se caracteriza por su estilo artificioso y refinado, el cual se divide en dos etapas claramente diferenciadas. La primera etapa se enfoca principalmente en la búsqueda de originalidad a través del uso de símbolos elegantes como el cisne o el pavo real, la flor de lis, así como temas procedentes de civilizaciones exóticas o extinguidas. Además, se utilizan juegos con colores y piedras preciosas para crear una estética exuberante y sofisticada.

Por otro lado, la segunda etapa del modernismo presenta elementos que contradicen a la primera. En esta fase, los escritores se centran en un lirismo personal intenso, plasmando sus experiencias frente a la vida y la muerte. Además, intentan demostrar el origen americano de la corriente a través de una expresión auténtica y cercana a su realidad.

En resumen, el modernismo se divide en dos etapas claves: la primera se enfoca en la originalidad y el refinamiento, mientras que la segunda se centra en la expresión personal y auténtica de los escritores americanos.

 

¿Qué es el modernismo literario?

El Modernismo literario se enfocó en la búsqueda constante de una belleza idílica que se refleja en la forma y composición de los poemas. Asimismo, el lenguaje literario debía tener un sonido musical y alejarse del lenguaje cotidiano y de los tópicos de la poesía anterior.

El arte debía ser únicamente arte y no tener una función práctica (doctrina del “arte por el arte”), su sentido es su belleza y armonía.

En resumen, se puede afirmar que la literatura modernista se caracterizó por el enriquecimiento del lenguaje y la frase “arte por el arte”, más que por una renovación temática.

RAÍCES POÉTICAS

 

En este blog encontrarás el contenido respectivo a temas de poesía del Modernismo

 

 

Raíces Poéticas, es un proyecto en el que los estudiantes de 2do. Bachillerato de la Unidad Educativa Renán Olmedo González, investigarán las características y los temas del modernismo poético y aplicarán este conocimiento en la escritura y publicación de sus propios poemas. Además, aprenderán a identificar las ideas principales de un texto poético y a utilizarlas como base para el análisis y la escritura creativa.

 

José Martí

  (José Julián Martí Pérez; La Habana, 1853 - Dos Ríos, Cuba, 1895) Político y escritor cubano, destacado precursor del Modernism...